miércoles, 7 de julio de 2010

Centro y Sur de Laos

Publicado por Ra

Pasamos 2 días en la tranquila capital de Laos, Vientiane, ocupándonos básicamente de dos cosas: por un lado ponernos tiernos y sentimentales para despedirnos de nuestros compis de viaje las últimas semanas, a los cuáles echaremos mogollón de menos y por otro lado, obtener el visado para nuestro próximo destino Vietnam. Como resumen diremos que Vientiane no se parece en nada a cualquier otra capital del Sudeste Asiático…es un lugar sosegado, con poco tráfico, y con pocas cosas para ver y hacer… quizás lo único destacable sea la visita al Pha That Luang, según dicen el monumento nacional más importante de todo Laos.


De ahí agarramos un bus local que en apenas 6 horas nos dejó en Tha Khaek, una pequeña ciudad del centro de Laos en la que creo recordar llegué a contabilizar hasta 5 extranjeros (dos de los cuáles éramos nosotros) así que ya os podréis imaginar la de miradas que nos echaron los lugareños. Ha sido a partir de este punto que nos hemos ido encontrando al Laos más profundo dónde casi nadie habla inglés y apenas hay infraestructuras para los extranjeros… principalmente porque la mayoría se saltan estos puntos y bajan al sur directamente.



Así que por la noche y sin mucho dónde escoger nos decantamos por degustar algunas de las exquisiteces locales como saltamontes a la parrilla, pincho de algo asociado al pollo (eso espero) demasiado duro como para ser pollo, otra parte del pollo rebozada pero que de nuevo no parecía para nada ser pollo y finalmente algunos buñuelos dulces y salados…por supuesto qué decir que los dos primeros platos los probó únicamente el menda y el tercero lo probó Eva pero se lo comió íntegramente el menda…eso sí, de los buñuelos Eva repitió al día siguiente.


A veces todo lo bueno que tiene llegar a un sitio sin turistas también lo tiene de malo puesto que poca cosa podíamos hacer al estar casi todo cerrado (oficina de turismo, agencias, alquiler de motos…) así que al final optamos por ir en tuk tuk a inspeccionar alguna cueva de la zona. El paisaje kárstico es magnífico y ya de por sí valió la pena el viaje…de la cueva que visitamos mejor omitimos detalles porque fue un poco chusco en comparación a la que vimos en Vang Vieng.



Desde aquí volvimos a pillar otro bus local de unas 8 horitas hasta llegar a la ciudad de Paksé, centro neurálgico de toda la zona sur de Laos. Lo primero que pudimos constatar es que aquí ya hay más turistas y por lo tanto, más oportunidades de hacer cosas. Nosotros nos hemos decidido por alquilar una moto un par de días y explorar la zona de Champasak y la meseta del Bolavén.



De la zona de Champasak fuimos a visitar el templo religioso jemer de Wat Phu emplazado en medio de la selva. Comparado con sus vecinos de Angkor la verdad que se queda pequeñito pero queda compensado con el hecho que tienes los templos casi para ti sólo. De nuevo nos sigue sorprendiendo lo verde que es todo en este país.


De la meseta del Bolavén nos hemos decantado por visitar algunas de las muchas cataratas que hay por la zona. Se nota que cada vez más Laos se está haciendo al turismo porque ya empiezan a cobrar entradas por visitar mucho de los atractivos del lugar. También hemos aprovechado para hacernos con alguna provisión del café que cultivan en el Bolavén y que tiene fama de ser el mejor del Sud Este Asiático.




Las malas noticias han llegado al final del día…a Eva digamos que le han “perdido” su vestido favorito en la lavandería y yo me he enterado, después de seguir todo el Mundial desde el otro lado del mundo que no podré ver el partido de cuartos porque en el hotel hindú en el que estamos sólo se ven canales de Bolliwood…

Nuestra última escala en Laos ha sido el pueblo de Attapeu. Desde aquí partiremos mañana bien tempranito camino a la frontera con Vietnam… mientras nos hemos recorrido las dos calles principales en busca de alguna señal de vida… aquí la mayoría de la población ya es vietnamita (por eso de estar tan cerca de la frontera) y la verdad que ya se les nota en el carácter…algo más intrusivos que los laosianos. De la última noche en Laos el único recuerdo que nos llevamos es un dolor de espalda y cuello considerable… el culpable ha sido el peor colchón en el que haya dormido nunca… sólo diré que el suelo estaba mucho más blandito…


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