martes, 8 de junio de 2010

Filipinas, una grata sorpresa

Publicado por Ra y Eva

Cuando tomamos la decisión de cambiar China por Filipinas andábamos con un poco de reservas por saber si acertábamos o no… después de 21 días paseando por las islas de este país podemos respirar tranquilos ya que nos hemos llevado una gran sorpresa con Filipinas. No es que tuviéramos una idea negativa preconcebida del país pero sí un poco de reservas por todo lo que oyes acerca de él. Ahora mismo ya podemos llenarnos la boca diciendo que es de los países en los que nos hemos sentido más cómodos y de los que más pena nos da irnos. Tanto la belleza de las islas, la hospitalidad de la gente y la falta de “tópicos” asiáticos han hecho que hayamos disfrutado muchísimo del país.



El hecho de que te den un visado de 21 días gratuito ya es una buena forma de entrar al país (en Asia, por norma general el visado lo obtienes previo pago). Lo malo es que con 21 días no tienes ni para empezar con un país plagado de islas y dónde el transporte entre islas es lento, muy lento… los ferries son todos del año de la tana y la mayoría de rutas no suelen ser diarias así que hacer cuadrar el calendario es de risa. En contraposición existen autobuses para dar y tomar…eso sí, no importa el frío o calor que haga en el exterior, dentro del bus te congelas igual…es una de las cosas que no hemos entendido…¿pero si todos van tapados con mantas hasta arriba por qué no quitan el maldito aire?.

Lo que más nos ha llamado la atención son sus gentes: alegres, curiosos (hasta tienen un punto cotilla), charlatanes y siempre muy hospitalarios. Y qué decir de los niños, corriendo al lado de la moto cada vez que pasabas por su lado sólo por gritarte un “hello” y siempre haciéndote monerías…la verdad nos hemos reído mucho con ellos.


Hemos conocido mucha gente durante estos días y la mayoría de ellos eran locales. No sabemos muy bien porque pero aquí no hemos encontrado apenas turistas extranjeros (aparte de coreanos) y sí mucho turismo nacional. Quizás la razón sea meramente monetaria…o quizás sea que Filipinas es un país tan bello que para que van a ir fuera cuando aquí lo tienen todo… playas kilométricas de arena blanca y sin nadie alrededor, volcanes activos, montañas para perderse durante días…


Excepto en Boracay, donde nos hemos sentido como turistas en lata de sardinas, el resto de lugares que hemos visitado nos han encantado, tanto por la belleza como por la soledad… y este punto es altamente gratificante ya que en Asia deben quedar pocos lugares sin explotar. La comida es otro tema en el que hemos podido darnos un respiro de tanto noodle…aunque el arroz siga siendo el plato principal… comer en los puestos callejeros es, además de baratísimo, una experiencia en sí que te permite conocer las especialidades locales…y creo que pocas veces hemos tenido un menú delante nuestro…aquí solo necesitas levantar la tapa de la olla y señalar con el dedo que es lo quieres…eso sí, nos vamos sin probar (ni ganas) el balout (huevo con feto de pato o pollo podrido).

Hace unos 300 años Filipinas era una colonia española, y todavía se puede ver esos resquicios coloniales, tanto en la comida como en los nombres de la gente, ciudades e incluso palabras de la vida cotidiana, pero lo que más nos ha llamado la atención es la profunda devoción que tienen aquí por la religión. Aquí son católicos hasta la médula, puedes ver mensajes dirigidos a Dios por todas partes y las figuras de las vírgenes son enormes. Otro aspecto diferencial al resto de Asia es la ausencia de templos.


Y sobre todo nos hemos dado un respiro del frenético regateo que impera en otros países asiáticos. En Filipinas, con la excepción de los triciclos, el regateo es escaso y de muy buen rollo. Los precios suelen estar marcados y si no lo están y preguntas al vendedor, éste no se pasa 5 minutos pensando en qué precio pedirte sólo por el hecho de ser turista.

Todo lo anterior ligado a un amplio abanico de posibilidades de ver animales poco usuales en su hábitat natural y de la facilidad por acercarte a la cultura local hacen de Filipinas un país diferente dentro de la típica ruta asiática, la mayoría de veces olvidado. A nuestro parecer un verdadero error, aunque quizás este olvido es el que hace mantener el encanto al país al no verse, de momento, invadido por turistas.


P.D: ya está colgado el albúm de fotos de Filipinas...esperemos que os guste!

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