Publicado por parchis
Tras varios días de descanso en la playa nuestro siguiente destino era la capital del país, Kuala Lumpur y aunque no sabíamos muy bien qué nos íbamos a encontrar, sí éramos conscientes de que no sería la paz y el sosiego de las Perhentian.
Para empezar necesitamos de 4 tipos de transporte distintos para llegar: barco, taxi, avión y finalmente autobús…todo muy completito. Una vez llegamos a Kuala Besut paramos a desayunar en el típico bar tranquilito de pueblo…tranquilito hasta que nos aposentamos en una mesa y empezamos a abrir las mochilas y a sacar toda la ropa que llevábamos mojada de la noche anterior (nos cayó un diluvio estupendo como despedida). Así que ya os podéis imaginar las caras de la camarera y los 3 abueletes del bar al ver cómo íbamos tendiendo sobre las sillas los bikinis, toallas, pantalones e incluso alguna braguita (que las niñas son muy finas y usan braguitas).
Una vez en Kuala optamos por alojarnos en Chinatown…básicamente porque ahí es donde cada noche montan un mercadillo que pintaba ideal para que las niñas se distrajeran mientras a nosotros nos dejaban aposentados en un bar viendo partidos del Mundial. Esta vez fueron ellas las que se encargaron de buscar hotel y tras 10 minutos ya estábamos instalados en pleno centro de Chinatown.
El barrio en sí es un estrés que no para las 24 horas del día. De hecho, una vez que sales de Chinatown todo se vuelve más limpio y tranquilo.
Kuala Lumpur es una ciudad bastante similar a cualquier otra gran ciudad del Sudeste Asiático, con su centro de negocios de edificios altos y centros comerciales de lujo (que nos lo digan a nosotros que íbamos de lavabo en lavabo en cada centro que veíamos), un clima sofocante, unos niveles de polución altísimos que hace que tengas la sensación ( y en realidad es así) de que vas todo el día sucio.
La visita de rigor a la ciudad son las torres Petronas, en las que puedes subir gratis al puente que las une en el piso 41 para tener una panorámica de la ciudad.
Y aparte de algún que otro paseíto, la actividad se centró en patearnos todos las tiendas posibles en el mercado de Chinatown. Las niñas se han vuelto unas expertas en el tema del regateo mientras que nosotros nos dedicamos a observar desde la distancia y a poner alguna que otra cara de póker cuando es necesaria. Y es que aquí todo vale para conseguir el menor precio posible…desde ponerte a bailar la conga en plena tienda hasta poner carita de perro apaleao para ablandar al más fiero de los vendedores.
En lo relativo al comer, hemos estado comiendo en los puestos callejeros. Si no tienes un paladar exquisito y no eres muy tiquis miquis en la calle puedes encuentras mil puestecitos con todo tipo de comida. Nosotros optamos por barbacoa, hamburguesa de las más guarras que hemos comido y otros platos típicos malayos de los que ahora no recordamos el nombre…vamos, un menú completito,completito.
P.D: Ya están colgadas las fotos de Malasia, así que ya les podéis echarles un vistazo!
HOla Pareja!!! asi que Malasia eh?? que envidia!!! Nosotros ya en casa, un poco antes de lo que pensabamos pero conentos de ver a amigos y familia! Disfrutar un monton que a la vuelta todo sigue igual y despues de una semanita ya dan ganas de hacer maletas otra vez!!! Un bsooooo
ResponderEliminarLaura Y victor ( Biblioteca de Auckland) www.rodamon.es