Publicado por Eva
Junto con nuestros nuevos compañeros de viaje, la pareja de alemanes Maria y Jochen, pusimos rumbo a Siquijor la isla más al sur de la Visayas y una de las más pequeñas. También es conocida por sus brujas y curanderos que te quitan todos los males arrancándote el órgano afectado con la mano…
Cuando llegamos eran pasadas las 11 de la noche, así que no teníamos muchas esperanzas de encontrar algún hotel abierto ya que al ser una isla tan poco turística no tiene muchas opciones baratas y las que tiene están bastante separadas entre sí, pero por suerte encontramos una habitación para los 4…
La isla es tan pequeña que te la puedes recorrer en un par de horas en moto. Así que como le estamos pillando el gustillo a lo de ir motorizados, a la mañana siguiente alquilamos una para descubrir lo maravillosa que es Siquijor. Por aquí a las 10 de la mañana ya hace un calor horrible, así que la primera parada fue la playa de Solangón.
Un lugar paradisíaco con arena blanca, agua cristalina y unos cocoteros que daban una sombra que no tenía precio. Lo mejor de todo es que teníamos toda la playa para nosotros 4!!! Un auténtico lujo!!!
Al rato, volvimos a la carretera en busca de unas cascadas, la verdad nos costó un poco encontrarlas… y otra vez al remojo que hacía mucho calor!!!
Cómo sólo habían locales fuimos la sensación nada más poner el pie en ellas…Después de tanto baño lo mejor era ir a comer algo, así que paramos en un pueblecito a degustar comida local. La comida en Filipinas está muy bien aunque no sería el paraíso para un vegetariano. Por un lado están los puestos de barbacoa con su pinchitos de cerdo o muslos de pollo recién hechos (también hay pinchitos de intestinos, hígado y otros órganos que de momento los dejamos para los locales).
Por otro lado están los restaurantes “turo-turo” donde hay un montón de comida ya cocinada, tú miras y eliges lo que quieres. Como los platos son tan pequeños como los nuestros de postre, te puedes pedir varios y probar varias cosas… normalmente los platos son de carne de cerdo, pollo o ternera, estofada de diferentes maneras o en adobo y por supuesto acompañada de arroz, todo muy bueno y por muy poco dinero!!!
Por la tarde fuimos a otra playa. Esta también era la típica de postal, pero aquí había más gente. El motivo era que estaban construyendo como una especie de resort de “isla fantasía” pero en pequeñito, con trampolines y toboganes todos acabados en el mar… muy divertido pero solo pudimos probar un trampolín ya que era lo único que estaba acabado…
Para poner la guinda a este fantástico día, nos fuimos a ver el atardecer a otra solitaria playa, donde solo se oía el ruido de las olas y el cielo se volvía rojo intenso…
Lo que no sabíamos es que todavía quedaba mucho por delante! En el hotel conocimos a un belga y después de cenar, los 5 nos fuimos en busca de un Karaoke ya que es una visita obligada si vienes a Filipinas. Lo que encontramos fue una especie de ceremonia de antiguos alumnos del colegio donde cada generación hacía una actuación, algunas mejores que otras pero es curiosos como los filipinos lo dan todo cuando tienen un micro en la mano. Después quedó la orquesta, la improvisada barra de bar que solo se utiliza en los días de fiesta y un montón de gente de todas las edades con ganas de marcha. En resumen, que solo faltaba el bingo para convertirse en las fiestas de mi pueblo. Al principio nos sentamos en una mesa a verlas venir, pero pronto acabamos en la pista con los locales… rápidamente nos convertimos en el centro de atención y todo el mundo quería hablar, hacerse fotos o bailar con nosotros y es que para muchos éramos los primeros extranjeros que conocían en su vida, así que nos trataron como auténticos invitados… cada cinco minutos tenías una copa en la mano (aunque por no abusar tampoco bebimos tanto) e incluso al final nos acercaron al hotel! Lo pasamos realmente bien y ya amanecía cuando nos fuimos a dormir. Así que al final nos quedamos fascinados por la magia de Siquijor y sobre todo por la gente que habita en ella…aunque no le hubiésemos dicho que no a ver un par de brujillas…
Veo que seguis pasandolo pipa, me alegro.
ResponderEliminarQue envidia de playas por lo desiertas y por las aguas tan limpias. Igualito que el lunes (24) que era fiesta que me acerque a tomar un poco el sol a la Barceloneta, igual de desierta y las aguas igual de limpias. Besitos, cuidaros mucho