Segundo intento en Kaikoura

Publicado por Eva

Existen 2 razones para ir a Kaikoura, la primera es que allí tienen las mejores langostas y marisquerías de toda Nueva Zelanda. La segunda es por su fauna marina. Como yo paso de la primera (para los que no lo sepan, soy alérgica al marisco) estaba muy claro al razón de nuestra visita.

Ya no me acuerdo cuantos años tenía cuando los delfines y las ballenas empezaron a fascinarme, y claro está, soñaba con verlos y nadar con ellos…. Con mi pequeña desilusión de Akaroa, ya que estuve en remojo un rato en medio del pacífico para que prácticamente ni se acercaran, no las tenía todas conmigo, pero allí estaba… con mi neopreno en el barco, en busca de los delfines…

Y de repente, aparecen de la nada y al agua!!! La sensación de tirarse al agua acojona bastante, primero porque al principio el agua está congelada y luego porque no ves el fondo y realmente te das cuenta que estás en medio del océano, y aunque yo ya me había tirado antes, seguía estando un poco nerviosilla.

Allí se juntaron varios grupos de delfines los Hector, que eran igual que los de Akaroa y los Dusky que son un poco más grandes… y realmente había muchos muchos delfines!!!!! Así que fue bastante fácil que se acercaran!!!! Yo estaba flipando!!!! Para que se acerquen y naden contigo tienes que hacer muchos sonidos (como son muy curiosos vienen a chafardear por lo que les tienes que entretener para que se queden un rato) y el truquito es alejarte un poco del grupo (ya que no se acercan a un grupo grande de personas…) Pues allí estaba yo alejada y venga a hacer ruiditos y fue increíble!!! Me pasaban un montón por al lado, además como tienes las gafas de snorkel, puedes meter la cabeza y les ves claramente los ojos y los diferentes tonos de color de su piel, también ves como te pasan por debajo!!!! Al final tuve mi momento delfín cuando se me acercó uno y nadamos juntos en círculo (resulta que eso a ellos les divierte!!!) y como está prohibido tocarlos, no lo toqué, fue el delfín quien quiso tocar mi mano… jajajajja Fue una auténtica pasada!!!!! Aunque tengo que reconocer que impresiona bastante cuando ves que viene una ola hacia donde estás (las olas en mitad del océano suelen ser bastante grandes) y en ella están nadando un montón de delfines!!!!

Nadar con estos delfines salvajes en medio del pacífico, sin ningún entrenador que les de un pescadito cada vez que hacen algo, ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Dicen que todo el mundo tiene derecho a su minuto de gloria, mis momentos con los delfines han sido mi minuto de gloria, así que solo puedo decir: gracias Nueva Zelanda y Kaikoura por esta experiencia tan especial y gracias Raúl por hacerlo posible.