lunes, 18 de enero de 2010

"DISCULPE, ¿AQUÍ VENDEN VACUNAS?"

El viernes pasado era el día "V"... y no me refiero a un marathón de la mítica serie de televisión precisamente... sino al día que esperabamos con menos ilusión, el de pasar por la aguja. Y mira que podría haber sido sencillito : llegas, te pinchan, pagas y te acuerdas durante una semana de la familia de la enfermera...pues no, lo nuestro tenía que ser de telenovela...
La cosa transcurría normal hasta que en el Clínico nos dicen que nos tendríamos que poner la encefalitis japonesa. Por sí sola ya suena chunga pero cuando te dicen que son 3 tomas te cagas en todos los japoneses y sus enfermedades. Ah! pero la buena noticia es que tenían la nueva, que son sólo 2 tomas...pero toda buena noticia viene acompañada de forma automática por una mala que compensa el buen rollo que tenías en el cuerpo hasta el momento. Y la mala era que sólo les quedaba 1 vacuna...vamos, la cuenta era rápida y fácil: 1 vacuna, 2 brazos por pinchar = un brazo contento. Finalmente fué Eva quién se llevó el pinchacito. Y a mí, como en las pelis del Vaquilla,  me derivaron al centro de Drassanes a por una dosis...a todo esto el viernes era el día límite para pincharnos de la primera dosis ( genial, a estresarse!)
Una vez en Drassanes la cosa no mejoraba...la recepcionista ( tras explicarle mi caso y flipar un poquillo) me cuenta que esa vacuna ellos no la tienen pero que se venden en las farmacias.... que se vende dónde? pues ale, a pasearse por las farmacias en busca de una vacuna...y claro, ya me veis entrando pidiendole a los pobres farmaceuticos si tenían una de encefalitis japonesa...la respuesta ya se podía intuir cuando te hacían repetirles 3 veces lo que querias o sólo viéndoles la cara de pasmo que se les quedaba. Total, unas cuantas farmacias después dimos por concluida la búsqueda de la maldita vacuna temiendonos que nos la habían colado en el centro de vacunación. Y hoy ya he llamado a otros tantos centros de vacunación y ninguno dispone de la vacuna dichosa...ante mi indignación, algún centro todavía me sigue derivando a las farmacias ( omito la respuesta que les he dado por soez).
Resultado final : cero pinchazos en el brazo pero con agujetas del pateo Barcelona arriba Barcelona abajo en busca de la vacunita. Sólo espero que no tenga que arrepentirme durante el viaje de no haberme pinchado...

Consejo : el que necesite pincharse de encefalitis japonesa que se tome su tiempo y lo haga con previsión...conseguir una de estas está muy chungo!

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